De pequeños mi madre rompía la cascara por cada esquina de la parte más ovalada y soplaba con delicadeza para que su interior cayese en un bol y así pasar una tarde pintando los típicos huevos de pascua.
Luego aprovechaba y preparaba alguno de sus bizcochos o una tortilla de patatas…jajaja…como buena ama de casa y madre cualquier ocasión que tuviese para sorprendernos no lo dudaba ni se lo pensaba dos veces, y si no, que se lo digan a mi hermano Antonio, cuando un día llegó del colegio y descubrió que un pollito que con tanto cariño fuimos cuidando durante unos meses, fue a parar al horno y resulto ser la comida de ese día…jajaja…o fue un pato!!jajaja….la que se montó ese día y lo que nos hemos reído después con esa anécdota…y con la cara de circunstancia que ponía..jajajaja....
La verdad es que si algo caracteriza a mi madre es su gran sentido del humor…y eso que ha pasado momentos muy, muy duros…
Pero de todo se sale…y ella junto a mi padre han sido y siguen siendo un gran ejemplo para nosotros….Bsssssss
(que quede claro que mi madre es una gran amante de los animales...pero ha vivido muchos años en la huerta y pensó que aunque fuera en un piso, el destino de dicho animal no era otro que la cazuela...jajaja...no puedo dejar de reír escribiendo esto...)
Bueno…sigo….
Desde siempre, el símbolo del huevo ha tenido de un significado importante para la humanidad.
En muchas culturas representa vida nueva y esperanza, razón por la cual aparece durante la Pascua , evocando el Cristo resucitado y la promesa de una vida nueva.
En Polonia y en otros países eslavos, los huevos, sobre todo en época de Pascua, gozan de una popularidad extensa. Según la tradición, no se consumía huevo durante la Cuaresma. Por lo tanto, la cantidad recolectada durante esa temporada era tan abundante, que la gente comenzó a repartir los huevos almacenados a parientes y conocidos.
Para darles una apariencia de regalo, se pintaban los huevos de rojo con pigmentos naturales. Eventualmente, esa técnica evolucionó, añadiendo una gran variedad de colores y diseños, hasta alcanzar dimensiones de verdaderas obras de arte conocidos como huevos de Pascua.
Feliz día!!!
Tengo que volver a repetir, que muchas de las imagenes que cuelgo en el blog son de sus respectivos dueños, en algunos casos grandes creadores y fotógrafos...si alguno de ellos ve mi blog y no quiere que su foto sea utilizada, que se ponga en contacto conmigo para retirarla. Gracias.
Te estaba esperando...jeje...yo también me he reído...no conocía la historia de los huevos de pascua. Un beso.
ResponderEliminarUna buena idea para entretener a los niños estos días. Yo también me he reído con lo del pollo, por como lo cuentas te imagino como te imagino...jjaajaja...Bss
ResponderEliminarJjjj.... Pobre Antonio, me pongo en su pellejo. En mi caso pasó algo parecido, ¡mi conejito blanco!...Después de una temporada de crianza... Un día, estábamos comiendo arroz y conejo...¿Y el conejito mamá?.....
ResponderEliminarMuy bonito...
Saludos...J.C.
Que bonito!! En todas las casas hay historias de ese tipo...no sería un pollo de esos de colores...jeje...Me encanta tu blog...aunque las fotos sean de aquí y de allí, ese estilo que tienes tan personal es solo tuyo!! Una fanatica de Evita Glamour. Besos
ResponderEliminarJajaja...muchas gracias!! siii....este era morado! Mil gracias!!
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